jueves, 23 de febrero de 2012

Algunos claros en el viejo camino del bosque (tercera y última parte)

Por Carlos Rodríguez- Navia[1]
UN CORTO SUCESO.
        Una mañana del día de Nuestra Señora , calculo que era ya por los años 60, se había acabado la Misa Mayor y estaban sonando las campanas a todo sonar, con los voladores y palenques retumbando cada poco.
         En aquel ambiente festivo,  asistiendo muchos vecinos y visitantes con las mejores ropas, la procesión había iniciado su recorrido habitual, por el Campón, con el camino adornada de flores y ramas de laurel.  Primero iban unos monaguillos con la cruz alzada, seguidos por Don Sergio que, como Alcalde,  llevaba el farol junto a dos curas o frailes que  acompañaban a Don Germán con la Custodia, bajo  un palio difícilmente llevado por seis paisanos de bien. Después le seguía la imagen de La Virgen, llevada a hombros por hombres y  ya detrás, venía el pueblo, representado principalmente por mujeres con velo y vela y las menos, acompañadas de su avergonzada pareja. Voces femeninas, algunas muy atipladas y vibrantes, cantaban el Avé... Avé... Avé,  Maríiia. con muy poco acompañamiento masculino.
        Don Germán, fue también otro cura al que yo también traté muy poco, pero que al cabo de los años me cayó bien, porque me enteré de que había tenido algún problema en Riberas, por una homilía en la que defendió el derecho a la huelga de los mineros, siendo denunciado secretamente al obispado por algún escarabajo pelotero que consiguió que al poco tiempo le cambiaron de parroquia. Al cabo de unos pocos años, fue el primer cura a quien vi vestido de clergyman y montado en Vespa.
Procesión presidida por D. Sergio
       Don Sergio, era un señor simpático, casado y sin hijos, posible razón por la que le gustaban mucho los rapacínes, a los que solía dar casi siempre alguna perruca o caramelo. Fue alcalde del Concejo de Soto del Barco durante unos cuantos años y vivía en La Pación, una preciosa finca con una casa moderna, pero con hórreo, árboles y cultivos. Tenía un talante bastante liberal para aquellos tiempos, posible influencia de su estancia en Norteamérica, de donde regresó con Ana, una rubia americana que nunca logró hablar bien el español. Don Sergio, bastante calvo, siempre llevaba  una pequeña boina, que no se quitaba mas que en la iglesia, hasta donde llegaba también su fiel perro, Pipo, que silenciosamente ocupaba un sitio bajo el asiento de su amo. Posiblemente fuera algo severo en algunos momentos, pero en general tenía buen humor y se tomaba una sidra con cualquier paisano, sin hacer desprecios.
       Aquel 15 de Agosto, había un  calor aturbonao, que hacía sudar a todos, principalmente a los hombres que soportaban chaqueta. La cabeza de la  procesión ya había llegado hasta La Bouza y los monaguillos daban la vuelta ya con el paso mas ligero, con ganas de quitarse los ropones.
       Don Sergio, que en ese momento se estaba secando la cara con un pañuelo y solo miraba para el suelo, se despistó un poco y siguió él solo con el Pipo a su lado, como unos diez o doce pasos en línea recta, separándose de la comitiva.
       Las campanas, los cánticos y cohetes, pudieron mas que alguna llamada y los chst- chst  que intentaban percatar a Don Sergio de su error, hasta que éste se topó con un paisano, que mirándole primero a él y después al farol, le dijo socarronamente:
       - Coño, Don Sergio. ¿ No´i  parez un poco tempranu  pa´dir a l´angula ?.
       No muchos vecinos llegaron ver a Don Sergio, su alcalde, con el farol en suelo, arrimado a un paredón, con el pañuelo tapándose la boca y congestionado de la risa. 

LAS ÚLTIMAS DIABLURAS.
        Dejo para el final la narración de algunas bromas, porque  ahora, verdaderamente,  no me siento muy orgulloso de haber participado en ellas y las llamo diabluras, porque  aunque hubieran ocurrido en aquella época, fueron una absoluta falta de respeto hacia personas que no se lo merecían. Fueron acciones de juventud, en parte comprensibles, pero no justificables.
     En  bastantes ocasiones habíamos colaborado con chavales de Riberas en travesuras menores, como tirar avellanas y nueces por la carretera, para que reventaran y saltaran cuando pasara un coche. Alguna vez, en las romerías, metíamos esgolancios  en el bolsillo de la rebeca  de las mozas y en una ocasión, hasta llegamos a soltar algunos grillos en la iglesia, a la hora del rosario.
        Pero lo que mas nos divertía, era hacer bromas de noche, como dar pequeños sustos a nuestras amigas o a las mujeres de allí,  con  sabanas, un palo con una calabaza vaciada, marcando ojos y dientes y una vela dentro, lo que a pesar de su infantilismo, producía grandes gritos de miedo y de carreras alocadas, sobre todo si lo hacíamos en el túnel de Ucedo o el de Traslacuesta. En ese periodo de la post-adolescencia, es cuando algunos me pusieron el mote de “maldades”.
        Otras veces, nos disfrazábamos de bandoleros, con careta y escopeta al hombro, muy tiesos, andando sobre unos tacos de madera en los zapatos, para parecer mas altos y que sonaran  bien fuertes los pasos y cuando aparecíamos delante del algún paisano dando las  “buenas noches, compañero” con la voz mas grave que podíamos, estos solían quedarse petrificados, hasta que acababan por oír nuestras risas.
Pero la última vez que lo hicimos, casi nos cuesta una merecida paliza, porque un ciclista que venía tranquilamente de Pravia y nos vio cerca  de la casa de Ricardito, se pegó tal susto, que salió a todo pedal echando puñetas y dando voces. Menos mal que al llegar junto a Casa Sama, nos dimos cuenta de que,  desde el Bar Paraíso, venían unos cuantos mozos, con palos y bastones, dispuestos a calentar  las ñalgas a los bandidos y dimos suela sin los suplementos, hacia el camino de la Riestra, tumbándonos en el terraplén de la vía, temblando de miedo, hasta que se disolvió la irritada brigada.
         La penúltima diablura, la hicimos entre seis amigos, ya mayorcinos y  fue como una protesta contra el municipio, por la  garita de arbitrios que habían puesto  frente al túnel de la Bilía y en donde los jueves, se situaba el buen Alfredo, quien con gorra de plato y poco entusiasmo, intentar cobrar el impuesto de paso a las mercancías que venían del mercado de Pravia.
         Esta caseta, como tantas otras que había en casi todos los municipios, era de madera, como de unos 80 x 80 cms. de base y un par de metros de altura. La cubierta, a una sola agua, era también de madera, con una  terminación de un especie de lija gorda y aceite de linaza. Dentro tenía un banco y una pequeña  balda o repisa de madera, una ventanilla de cristal y un cartel afuera que anunciaba: ARBITRIOS MUNICIPALES       
         Una noche, ya hacía la 1, mientras uno vigilaba, los otros cinco levantamos del suelo el casetu de madera y con bastante trabajo y haciendo frecuentes paradas, lo subimos por el terraplén como unos seis o siete metros y la depositamos en el andén del apeadero de FEVE, que ya funcionaba de vez en cuando. La Guardia Civil intentó averiguar lo que pudo, pero no logró nada y se olvidó del asunto, considerándolo como broma de mozos.
         La última faena, la realicé junto con  Biades y Jesús González (ambos desgraciadamente fallecidos)  y el objetivo de nuestra pesada broma, fue Ricardito.
Casa de Ricardo y Herminia
         Ricardo y Herminia, era un matrimonio mayor que vivió en una pequeña casa junto a la carretera, enfrente a la de mi amigo Jesús.  El, mas conocido como Ricardito, era un hombre callado, laborioso y muy casero, que vivía modestamente tranquilo y cultivaba algunas cosas en su terreno. Como había estado en Cuba unos cuantos años, se trajo de allí unas semillas de tabaco, que curiosamente prendieron  bastante bien y le proporcionaban alguna que otra hoja, para su pequeño consumo, hojas que  tenía bien ocultas a las miradas de la Guardia Civil.
Señor Ricardo Tamargo
que se murió el otro día
por usar economía
y su cuento fue muy largo

También  murió su mujer
por causa de su simpleza
le separó la cabeza
por su mal modo de ser

(Manuscrito de Celestino Galán)
        Primero se murió Herminia y se dijo entonces, que Ricardo se trastornó un poco y que a los pocos días, fue al cementerio, excavó la tierra, abrió el ataud y se llevó la cabeza de su mujer, teniéndola en su casa unos días,  hasta que, enterado el cura de entonces, sin armar mucho barullo, la devolvió a su tumba. Pero aquel suceso, que realmente nunca se tuvo la seguridad de sí fue o no real, produjo como una leyenda y un temor  alrededor de la casa. Años después de fallecido Ricardo, como no la compraba nadie, pasó a ser vivienda de los sucesivos sacerdotes que regentaron Riberas. 

        A la puerta de esta casína, tras un pequeño jardín se subía por una corta escalera, a la derecha de la cual y arrimada  a la pared, tenía una piescal o melocotonero, que  a pesar de tener pocos años y pequeña altura, daba  como una docena de frutos, que llamaban romanos, muy  sabrosos y más grandes que una buena naranja. Ricardito, todos los días les echaba una mirada, quitaba gusanos y hormigas, ponía molinillos, cordeles y papelinos para asustar a los mirlos y gorriones y a medida que iban madurando, los cogía de uno en uno. Eran la niña de sus ojos.
        Pues una noche, también a hora bastante avanzada, veníamos los tres en bicicleta,  un poco enfilaos, de alguna  romería cercana y al pasar delante de la casa de Ricardito, como vimos que la puerta de entrada al jardín estaba abierta, pensamos entonces en robarle algún romano para comérnoslo.
                   Aclaro un poco, para las generaciones de ahora, que por aquellos años era una especia de divertimento normal y un reto para los chavales, el hacer  esos pequeños hurtos de fruta, aunque la tuvieras en casa, pero en  éste caso, como nos daba un poco de pena el arrebatarle ese tan bien cuidado fruto, pensamos entonces en alarmarlo un poco y que se creyera que se los estaban robando.
            Dejamos las bicis y Jesús entró en su casa y se trajo un carrete de sedal. Silenciosamente, entramos en el jardín y atamos el hilo con mucho cuidado a un par de ramas. Después lo fuimos llevando al otro lado de la carretera, hasta el paredón  de la casa de Jesús, que está enfrente y lo ,lanzamos hacia arriba., puesto que su terreno, estaba como unos cinco metros mas alto.
        Una vez allí, a oscuras, recuperamos el sedal, tensamos un poco y  nos tumbamos en la hierba al borde del terreno. Delante de la casa de Ricardo había un poste que en lo alto tenía una bombilla sucia con una tulipa, que  era lo que formaba parte de toda la iluminación de la carretera, junto con otras cuatro mas, bien distanciadas, por lo que nuestra situación era muy buena, puesto que podíamos ver sin ser vistos y como estábamos mas altos, dominábamos de tal manera que, aunque pasara alguna persona o incluso un coche, no podían tropezarse con el sedal.
        Tiramos un par de terrones sobre el tejado de la casa, que hicieron bastante ruido y casi al momento vimos que se encendía una luz y por una ventana  desde dentro, alguien miraba hacia afuera.
        Entonces Biades, que era el que mas alargaba el cuello, aguantando la risa, nos dijo en voz baja:
       -   Sotripái un poquitin nada más.. 
        Jesús y yo, dimos un par de tirones de la tanza, bastante suaves, de tal manera que el árbol, meneó un poco sus ramas pero las hojas hicieron bastante ruido. Entonces, se apagó la luz y durante un rato creímos que se había acostado otra vez, pero, fijándonos bien, nos dimos cuenta de que Ricardito había abierto la puerta de entrada, muy despacio y que aparecía el negro cañón de una escopeta de caza apuntando hacia el árbol, a menos de un metro.
       -  Volvéi a sotripar otra vez,- indicó Biades de nuevo.
       Entonces volvimos a dar otro par de tirones algo mas fuertes, oyendo como las hojas del árbol se alborotaban con el movimiento, casi al tiempo que sonaban dos disparos consecutivos, fuertes y secos, encontrándonos con el sedal roto en las manos.
       Silenciosamente pero muertos de risa, recogimos el carrete, Jesús se despidió de nosotros, se metió en su casa, Biades y yo, cogimos las bicis y seguimos nuestro camino aguantando la risa, pero sin hablar nada. Por los visto, los disparos no alarmaron a nadie, no se encendió ninguna luz, ni se asomó vecino alguno.
        La paradoja final de la gamberrada fue, que al día siguiente por la mañana, Ricardito  se llegó hasta la casa de Jesús para que le permitieran llamar por teléfono a la Guardia Civil y denunciar que por la noche había tenido unos ladrones en el jardín.
Aquella misma tarde se presentaron dos guardias, hicieron una inspección muy superficial, llegando a la conclusión de que no había habido heridos y como no se dieron cuenta de los nudos del sedal, por haber muchos restos de hilos y cordeles, lo atribuyeron todo a una falsa alarma de Ricardito. Le dieron un poco la lata  por no tener la licencia de armas en regla y no pasó nada más.
       Lo que sí ocurrió, tristemente, es que árbol, hojas y frutos, como consecuencia de las dos cercanas andanadas de perdigones, quedaron como un colador y como el Imperio Romano, se extinguieron para siempre.
                                                                          Diciembre 2003

 Sigue.                                  
      Hace poco, recordé  una historia, que ocurrió por esa zona,  ya en los años 70.
Carbajal a la proa de la lancha
       América y Carvajal que vivían en Ucedo, eran dos estupendos vecinos, amables, simpáticos,  atentas y trabajadores, conocidos por todos como personas de izquierdas, pero sobre todo él (Carba para todo el mundo),  era un hombre de corazón noble, pero jugando a las cartas o a los bolos era bronco y duro, soltaba tacos y maldiciones  y aparte de presumir de  ser el mayor bebedor de sidra de la zona, alardeaba de su ideología comunista sin miedo alguno.
         Juan, el mayor de los hijos, estando en cierta ocasión en el Puerto de S. Juan De La Arena, le presentaron a un señor de Madrid, llamado Arias Navarro, para ver si quería acompañarle de vez en cuando en sus excursiones por la mar, haciendo a la vez de cocinero y ayudante o consejero en la pesca. Juanín aceptó aquel trabajo y tardó un poco de tiempo en saber que aquel personaje, con el que (según me contó el mismo) siguió manteniendo relación, no solo en verano, ya que de vez en cuando venia a Madrid a verle, así como a Camilo Alonso Vega y a Garicano Goñi y de paso traerles unos paquetes con blancas y frescas angulas, pescadas en la Ría del Nalón.
Arias Navarro y Garicano Goñi en 1976 (Foto: diario Pueblo)
        La verdad es que entonces, muy poca gente sabía que el que fuera en tiempo de la posguerra Gobernador Civil (apodado como “carnicerito de Málaga"), procurador en Cortes, Alcalde de Madrid y luego Presidente del Gobierno, veranease en Salinas y se pasaba bastantes días en La Arena de incógnito y que incluso un par de veces estuvo en Riberas comiendo en un íntimo comedor que tenía y llevaba con toda destreza nuestra amiga Ana Sama y su hermana Maruja, casada con Ismael, entonces Alcalde de Soto del Barco y a quien le vino el cielo a ver, al llegar a tener  conocimiento y amistad con,  (para él), tan admirado cliente.
       Cuando  le preguntaban al Carba por su Juanín, contestaba con una voz mezcla de orgullo y vergüenza:
    -Yo, que toda la vida fui mas rojo que Lenín, ya veis, salióme un fíu facha, amigo del presidente y d´esa panda de cabrones. ¡¡Tócate los cojones ¡
ALGUN TIEMPO DESPUÉS
        Todos los años busco algún  pretexto para pasarnos unos días en Asturias. Mi mujer, comenta con nuestros amigos, que sigo manteniendo el espíritu de aldeano, porque  cada cierto tiempo parece  que, tengo  una urgente necesidad de ver la hierba, los árboles y las vacas de Asturias, pero mas  especialmente todo el entorno de Riberas y sus gentes,  aunque como el tiempo pasa para todos, ya  tengo mas amigos y conocidos en el cementerio que en el pueblo mismo.
       Hacemos el recorrido habitual, empezando por el primo Luis, en La Grandeza y pasando después  por el Campón a charlar con Manolita , en donde casi siempre nos encontramos con  Tino el hermano de Josefa y su mujer- Mas abajo vemos a Carmina la de Mon y a Maruja la de Luis, viudas ambas de unos buenos amigos de antaño. En el Parador, es obligado ver a Rosa y Jesús, sin encontrarnos con su hija Ana y teniendo después un emotivo recuerdo de Elma, la mas antigua y cercana  amiga que tuvimos.
      Pasamos por delante de la casa en que nací, sin  ninguna  pena especial, pues actualmente esta restaurada y conservada, en las buenas  manos de unos recientes amigos.
       Luego ya pasada la Riestra en Monterrey y Cotollano,   nos quedamos a charlar un buen rato con Pilo y Angelín, apareciendo casi siempre Moure. Todos tenemos ya algún dolor o los malestares normales de los años, pero siempre hay capacidad y ganas  para tomar  una cafetín o una sidra, acompañados de  los consecuentes    recuerdos que cada uno aporta.
         Y a pesar de que la vida nos endurece, duele muy dentro al pasar por delante de muchas casas y no encontrarte con aquellos  con los que en su momento hubo amistad,  aprecio o un sencillo intercambio de palabras.
                                  CARLOS R. NAVIA MARTINEZ
                                                             Septiembre 2011
Fin


[1]Tercera y última  entrada  de las  crónicas  enviadas por  Carlos Rodríguez-Navia.

sábado, 18 de febrero de 2012

Grupos de escuela de niños

Grupos de  escuela de niños de Riberas[1]



-1-
Fotografía: Franco
Curso ¿1930-1931?
1-Luis del Villar, 2-Manolo de Carrocero, 3- Paco de la Maestra, 4- Don Matías, 5- Rodrigo de los Gallos, 6- Julio Naval, 7- Luis de Carrocero, 8- Julio Elisa, 9- ¿?, 10- Luis del Castro, 11- Ramón, 12- El Nene la Maestra, 13-Mino Pancho, 14-Benigno de Guardado, 15- Jesús de Guardado, 16-¿?, 17 Luis de Guardado, 18- Fernando Belisario, 19-Pérez, 20- Raúl de la Barrera, 21- Miguel de Oliva Pedro, 22- Teovaldo, 23- Marcelino de Marcela, 24-Máximo del Caseiro, 25-Manolo La Uz, 26- Avelino Pedro, 27- Marcelino de Cotollano, hno. de Franco, 28-Marcelino Carrocero, 29-Antón de Pepito, 30-Mino Casilda, 31- Segundo de Arco, 32- Milio la Grandiza, 33- Armandito Marcela, 34-Luis de Casilda


-2-
Fotografía: Angelin del  Naval
Curso ¿1932-1933?
1-Buría, 4- Luis, hno. Tino Carpintero, 5- Julio Naval, 7-Ramón de Pesana, 8-¿Marcelino o Celso? Galán, 9- Antonín de Pepito, 11-Hijo del Perro la Imera, 13- Julio Elisa, 16- Armando, Hno de Buría, 18-Pepe el Ferreiro, 19-Miguel, hno. Avelino Pedro, 22-Raul de la Barrera, 23-Manolito de la garita, 25-Antonin de Pepito, 27-Luis de los Gallos, 28-Maximino del Caseiro, 29-Milio Inocencia, 30-Alfredo Galán, 31-Luis de Casilda, 34- Infante, 37-Angel de Tano, 38-Morondo, 40 Juanin de la Llamera, 42-Marino Carroceiro, 43-Severo la Roza, 44-Titi la Imera, 45-Faustino Secades, 46- Luis de Pesana, 47-Fernando Belisario, 49-Pepe Trum, 50-Lito, 52-Manolito de Buría, 54 y 55-Hijos de Felipe la Uz, 61 Milio de la Roza, 62-Tino La Roza, 63 -Marcelino de Carroceiro (Calele), 66-Julio de Libú


-3
Fotografía: Franco //  Luis Miguel de la Quintanona
Curso ¿193- -193-?
1-Angel Margayo, 3- Emilio de Casilda, 4- Armando, 5-Pérez, 6-Don Matías, 7- Infante, 8-Aldo, sobrino de Don  Matías, 9- Pepe el Caseiro, 11- Luis de Casilda, 12-Gabino el Antuxo, 14-Luis de Roque, 15-Celestino de la Roza, 16-Roque Calvo, 18-Alfredo Galán, 20-Manolito Sirgo, 21-José María, hno. Franco, 22- Segisfredo Valles de la Riestra, 23-Jesús García de Monterrey, 24- Eliseo Peláez , 25- Luis del Paraiso, 26 Viades, 30- Eloy del Villar, 31- Arcadio Peláez 32 Pilo el de Sola, ,  33-Milio de Telva, 37- Marcelino Buría , 38- Milio el de Lala, 42-Abel de Elisa, 43-Aquilino de Peñaullan, 44-Franco, 45-Juan Miguel el de Milia, 46-Valentin de Telva, 48-Aurelio de Rufón, 50- Monchi el de Luisa, 51-Quique el de Sola, 53- Tino, 54-Quinito


4-
Fotografía: Angel de la Garita // Luis Miguel de la Quintanona
Curso ¿1941- 1942?
1-Angelín el del Maestro, 2- Jesus de la Uz, 3- Viades del Caseiro, 4- Oscar de la Imera, 5- Abel el de María Lisa, 6- Eloy del carpintero, 7- Pepe Alonso, 8- ¿?, 9- Gonzalo el de la Imera, 10-Aquilino el carpintero, 11-Lolo el de la Uz, 12- Guillermo el de Rufón, 13- Marcelino Marcela, 14- Ismael el del Molin, 15- Quinito el Chulo, 16- Juan Miguel el de Milia, 17- Pilo el de Sola, 18-Toño el de Rufón, 19-Monchi el de Luisa, 20- Tino el de la Uz, 21- ¿?, 22- Cesar el de la Imera, 23- Angelin el de la Garita, 24- Franco de Cotollano, 25- Ismael el de Milia, 26- Pepe el de Nides, 27- Tolo Alonso, 28- Juan Luis el de Mª Luisa, 29- Pepin el Campin, 30- José Manuel de Pesana, 31- Plácido el de Caraxu, 32- Lolo el de Esperanza, 33- Esteban el de Esperanza.


-5-
Fotografía: Casa Chilo
Curso ¿1942-1943?
1-Guillermo Rufón, 2-¿?, 3- Luis de Pesana,  4-Don Gernudio, 5- Laureano, 6-Arcadio Libú, 7- Pepe Galán, 8- Emilio de Castaño, 9- Angelín de la Garita, 10-Alfredo la Uz, 11- Esteban  el de Esperanza, 12- Manolito, 13-Luis de Roque, 14-Lolo la Uz, 15- Julín de Lin, 16- Luis de la Uz, 17- Caramés, 18-Tomás de Castaño, 19- Mon de Gerarda, 20- Toño Rufón, 21- Lolo el de Esperanza, 22- Pepe el Campin, 23- Jesús de la Barrera, 24- Juan Miguel el  de Milia, 25- Tino la Uz, 26- Ismael el  de Emilia, 27- Valentin, 28- Julín del Barbero.


-6-
Fotografía: Mon de Gerarda
Curso ¿1943-1944?
1-Tino la Uz, 2-Viades del Caseiro, 3- Laureano, 4-Pepe Galán, 5- Juan Miguel el de Milia, 6-Jesús Felipe, 7- Pilo el de Sola, 8- “Garrote”, el maestro,  9-Pepin de Vitoria, 10-Guillermo de Rufón, 11-Lolo la Uz, 12-Franco, 13- Manolito Libú, 14-Domingo (sobrino del Cura), 15-Plácido de Caraxo, 16-Angelín de la Garita, 17 Julín de Lin, 18- Campín, 19-Juan Beltran, 20- Luis de Felicidad, 21 -Pepin de Natalia, 22- Tomás  de Castaño, 23- El Inglés, 24-Aurelio de Rufón, 25- Alfredo La Uz, 26-Quique el de Imelda, 27-Mon de Gerarda, 28-Gonzalo de Lin.


-7-
Fotografía:  Angelin del  Naval
Curso ¿1945-1946?
1-Quinito, 2- Juan Migue el de Milia, 3- Aurelio, 4- Pepin de Natalia, 5-“Garrote”, el maestro, 6- Tino La Uz, 7-Ismaelel  el de Milia, 8- Alfredo la Uz, 9- Caramés, 10- Plácido, 11- José Antonio de Arco, 12-¿?, 13- Manolin del Caseiro, 14-Eduardo Moure, 15- Pepe el Campin, 16-Gonzalo de Carroceiro, 17-¿?, 18-Tonin del Caseiro , 19- Luis de Tras la Cuesta, 20-Quique el de Imelda, 21-¿?, 22- Julín del Barbero, 23- Pepin de la Uz, 24- Pepe Macario, 25- Pepin de Vitoria, 26-Tomás


-8-
Fotografía: Angelin del  Naval
Curso ¿1947-1948?
1-Agustín de la Cebedal, 2-Julin del Naval, 3- Juanin de Carvajal, 4- Luis Ángel, 5- Quique el de Imelda, 6- Julín del Barbero, 7-Tomás del Castaño, 8- Juan Miguel el de Milia, 9- Marcelino de Contela, 10-Lolo de Esperanza, 11- Ismael el  de Milia, 12- Pepin el Campin, 13- Esteban de esperanza, 14-Don Daniel, 15-Mon de Gerarda, 16- Caramés, 17-Angel de la Belía, 18-Paulino


-9-
Fotografía: Visita
Curso ¿1950-1951?
1- Quique el de Imelda, 2- Milin de la Calea, 3-Toñi de Fermina, 4- Don Daniel, 5- Ismael de Faustina, 6- Julín del Naval, 7- Julin del barbero, 8- Pepe Luis de La Uz, 9- Tito Libú, 10-Luis Angel de Cotollano, 11- José Manuel de Claudia, 12- Manolín (Bolillas) 13- El Peguín de la Barrera, 14- Pepín de Oliva, 15- Antidio, 16-Jesús de Guardado, 17-Valentín de Taro,  18- Pepe Marina, 19 Paulino


-10-
Fotografía: Arturo de la Bernadal  //  Luis Miguel de la Quintanona
Curso ¿1965-1966?
1- Mon el de Elma, 2-Manolo de Roque, 3-Lolo el de Marta, 4- Saturnin de Doñaila, 5-Antonio el Maestro,6- Leopoldo, hijo del maestro, 7-Francisco el Andaluz, 8-Juan Roberto Pérez, 9- Pepín el Tempranillo, 10-Albertin de Cotollano, 11-Máximo el de Leta, 12-José Antonio de  Amparo de Carroceiro, 13-Ani de Arco, 14- José Antonio de Cotollano, 15- Candido el de Diamar, 16- Arturin de la Bernadal, 17- Valiente el de Roque, 18- Casimiro el de Contela, 19- ¿?, 20-Monchi de la Riestra, 21-Manolito de Carola, 22-Jamín de la Cebedal, 23-Alfredin el de Lisbé, 24- Miguel el de Fela, 25- José Manuel Pérez, 26-Suso el Andaluz, 27- Luis Miguel de la Quintanona, 28-Javier el de Casilda, 29- Nacho el de Tolo, 30-Angel Areces  de Pumeda, 31- Juan Pombal del Naval, 32- Pipo de la Cebedal, 33-Antonio de la Calea Manrrin, 34-Guillermo de la Cebedal, 35-Tono el del Caseiro, 36- Suso el de Uceo, 37- Alfonso el Morondo, 38- Luisin el del Caseiro, 39- Angelito, hijo del maestro, 40-¿?, 41-Miguel el de Contela, 42- Suso el de la Cebedal,  43-Pepe Luis Pombal, del Naval.

Y para acabar con los grupos de escuela una foto con niños y niñas juntos:

-11-
Fotografía:  Luis Miguel de la Quintanona
Curso ¿1965-1966?
1- Antonio el Maestro, 2- José Antonio de Coto Llano, 3- Leopoldo, Hijo del Maestro, 4-Lolo el de Marta, 5-Ani de Arco, 6- Francisco el Andaluz, 7- Máximo el de Leta, 8- Saturnin el de Doñaila, 9- Juan Roberto de Pérez, 10- Pepín el Zapatero, 11- Candido el de Diamar, 12-Rosa Pombal, del Naval, 13- Loli Galán, 14- Mª Hortensia  la de Tolo, 15-Pili la de Elma, 16- Lógines la de Anibal, 17- Mª del Carmen, la maestra, 18- Azucena de Arco, 19- Javier de Casilda, 20- Nacho el de Tolo, 21 Jamín de la Cebedal, 22-Monchi de la Riestra, 23- José Antonio de Amparo  de Carroceiro, 24- Manolo el de Roque, 25- Alfredin de Lisbé, 26- Miguel el de Fela, 27-Manolito de Carola, 28-Casimiro el de Contela, 29- Conchita de Zoila, 30- Cristina la del Pinche, 31-Paulita de Cotollano, 32- Meri la de Laureano, 33-Eloina, de la calea Manrrin, 34- Hermenegilda del Tiñoso, 35- Feli Moran de la Plana, 36- Olga de Carroceio, 37- Pepita de  Milio de Cotollano, 38- Jose Manuél el de Pérez, 39- Juan Pombal, 40- Angelito el del maestro, 41- Miguel el de Contela, 42- Guillermo de Cotollano, 43- Tono el del Caseiro, 44- Luisin el del caseiro, 45- Albertin de Cotollano, 46- Alfonso el Morondo, 47- Mon el de Elma, 48- Mª Isabel de Carrocero, 49- Angelinos Galán, 50- Nila  la Andaluza, 51- Mª Lidia la de Anibal, 52- Ana  la de Julín de Lin, 53-Valiente el de Roque, 54- Suso el Andaluz, 55- Pepe Luis Pombal del Naval,  56- Suso el de Uceo, 57- Arturin de la Bernadal, 58- Luis Miguel el de Monchi de la Quintanona, 59-Antonio de la Calea Manrrin, 60- ¿?, 61- Suso el de la Cebedal, 62- Pipo el de la Cebedal, 63- Angel Areces de Pumeda, 64-¿?, 65- ¿?, 66- Isabel de la calea Manrrin, 67- Mª Antonia de Zoila  Casilda, 68- Marité la de Anibal, 69- Ana Bella del Piñerero, 70- Marisa de la Cebedal




[1] Los datos de los integrantes de las fotografías fueron aportados por las personas que nos facilitaron la mismas y completados por el público asistente a las exposiciones. Puede que algunos de los nombres estén errados.  Se agradecerá que, todo aquel que identifique algún error, o bien que conozca a alguien de los que no están identificados,  nos lo haga saber a través de un mensaje.
Pedimos disculpas si alguno de los apodos o motes usados  y que tienen la única finalidad de facilitar la identificación, pudiese resultar ofensivo.


martes, 14 de febrero de 2012

Antonio Menéndez Peláez: "el Aguilucho de Santolaya"


Antonio Menéndez Peláez nace en Santolaya, parroquia de Riberas el 4 de diciembre de 1898, hijo de Rafaela y de Manuel. Con 14 años, siguiendo los pasos de su padre,  emigra a Cuba y se establece en la provincia de Cienfuegos. Comienza trabajando  en el comercio que regenta su tío José.  Cuando logra ahorrar el dinero suficiente, deja este trabajo y compra una lancha con la que se dedica a distribuir leche por algunos lugares de la costa, hasta el puerto de Cienfuegos. Posteriormente compra  otra embarcación mayor y se dedica al transporte de pasajeros. No obstante, su verdadera vocación era la aviación. Así, cuando  un afamado aviador norteamericano, llamado Lundy, visita Cienfuegos,  entabla  amistad con el   y viaja  en varia ocasiones,  como pasajero, a bordo de su avión. Entonces toma la firme decisión de hacerse piloto.

En 1929, tras nacionalizarse cubano, se traslada a Chicago y se matricula en una escuela de aviación. En mayo de este año tiene lugar un acontecimiento que va a marcar la vida de Menéndez: la llegada  a la Habana del avión Jesús del Gran Poder pilotado por los capitanes Jiménez e Iglesia. Piensa en devolver la visita y realiza gestiones con algunas sociedades españolas para que le patrocinen el viaje, gestiones que resultan  infructuosas.
El 11 de junio de 1933 arribó a Camaguey el avión Cuatro Vientos procedente de Sevilla con el Capitán Mariano Berberán y el teniente Joaquín Collar. Nuevamente Menéndez se entusiasma con la idea de llevar a cabo un vuelo respuesta. De regreso de Chicago funda un servicio de taxi aéreo en Cienfuegos, con un viejo avión WACO de la primera guerra mundial, que había comprado y reconstruido en los Estados Unidos y con el que se había trasladado hasta Cuba, sobrevolando el mar por primera vez.
          En 1933 ingresa como piloto en la Marina de Guerra cubana. Y en julio de 1935, cuando se crea el cuerpo de Aviación Naval, Menéndez ingresa en el mismo y alcanza la graduación de teniente. En ese mismo año se hace con  un avión que unos contrabandistas habían abandonado  en Varadero, un Lockheed Sirius 8A de madera forrada con tela y cabina descubierta  y,  con el dinero que había sacado de la venta del viejo WACO, lo modifica, con la ayuda de dos mecánicos de la marina cubana, para transformarlo en monoplaza e incrementar así su capacidad de combustible. Tenía la bandera cubana pintada en el timón de cola y la Marina lo quiso bautizar como «4 de septiembre» para conmemorar la fecha del derrocamiento de Gerardo Machado como presidente de la república en 1933.


Finalmente,  el 12 de enero de 1936 despega del aeropuerto civil de Camagüey y tras un mes largo con nueve etapas y 12.000 kilómetros, 33 días y en total 77 horas y 40 minutos de vuelo el 14 de febrero, a las cinco y veinte de la tarde, aterriza en la base aérea de Tablada (Sevilla). El salto atlántico, 3.200 kilómetros en 17 horas y 25 minutos, contando los desvíos por el mal tiempo, lo realizó entre la ciudad brasileña de Natal y la Banjul, en Gambia. Los relatos de aquel viaje, recopilados por el médico español residente en La Habana Manuel Barros, incluyeron entonces un recuento de vicisitudes, anécdotas y situaciones de peligro que incluyeron un aterrizaje de emergencia en Guyana por una avería que necesitó trece días de reparaciones en Trinidad y Tobago, una detención en Belem (Brasil) porque el piloto había olvidado el pasaporte en Guyana o una gran tormenta en medio del océano con cuatro horas de vuelo «prácticamente a ciegas y casi a ras de mar».

Al llegar a España, fue condecorado por el Gobierno de la República con la imposición de la Cruz Blanca del Mérito Militar, por el Ministerio de la Guerra, y la Cruz Blanca del Mérito Naval, por el Ministerio de Marina, y recibido por su presidente, Niceto Alcalá Zamora[1]. Inicia a continuación un largo periplo de recepciones, bailes, banquetes,  homenajes de todo tipo, a lo largo de toda la geografía española, Madrid, donde entre otras personalidades le recibe el inventor del autogiro, D. Juan de la Cierva, Barcelona, Gerona, Salamanca, Santander, Canarias… .  A mediados de abril recibe un cable del gobierno cubano ordenándole que regrese a su país antes del mes de mayo. El 10 de abril de 1936 pasa por  Santolaya para despedirse de sus padres.

Una carta del Ministro de la Guerra español, General Masquelet al Coronel Batista:
“Madrid, 22 de febrero de 1936.
Excmo. Sr. D. F.Batista, Jefe del ejercito constitucional de la República de Cuba.
Excelentísimo señor: El ejercito de España ha seguido con entusiasmo y emoción el glorioso vuelo del teniente D. Antonio Menéndez Peláez, que en respuesta heroica devuelve al solar de los descubridores un magnífico testimonio de le existencia de su obra inmortal.
El mensaje de V.E. ha sido acogido por todos los compañeros d armas, a quienes me cabe la honra de regir, con un sentimiento de fraternal afecto, inspirado tanto en la comunidad de origen, como en la estimación de las altas virtudes de las fuerzas armadas de la República de Cuba.
Mensajero de este afecto y portador de nuestra gratitud será a su retorno el ilustre soldado cubano teniente Menéndez, a quien el ejercito español cuenta, y se honra con ello, como uno más de sus filas.
Con un sincero ofrecimiento de amistad reciba, mi coronel, el testimonio de distinguida consideración de su afectísimo seguro servidor y compañero, firmado: Carlos Masquelet”
(publicada en el diario ABC el 28 de febrero de 1936)


Menéndez recibiendo la condecoración del Gobierno de la Republica Española
Antonio Menéndez Peláez regresa a Cuba, desde Santander, a bordo del buque de la Marina española «Cristóbal Colón», y a su llegada fue agasajado con multitud de homenajes, ascendido a primer teniente y condecorado con la orden «Carlos Manuel de Céspedes», la más alta que otorgaba el país en aquella época.
La vida marcada por un sueño en el aire terminó por necesidad en un accidente aéreo y el piloto ribereño murió menos de dos años después de completar su hazaña, el 29 de diciembre de 1937, a los 39 años, en el avión “Santa María”, cuando los tres aviones de la «Escuadrilla panamericana», que mandaba el teniente Menéndez Peláez, se precipitaron a tierra en el aeropuerto colombiano de Cali.
Cuentan las crónicas que “la llegada de sus restos a Cuba constituyó un impresionante acto de duelo nacional. A sus exequias acudieron el entonces presidente de la República, altos funcionarios del Estado y Gobierno, así como representantes del cuerpo diplomático acreditado en Cuba. Su cadáver  y el de sus compañeros fueron expuestos en el Salón de los Pasos Perdidos del Capitolio Nacional y se rindieron altos honores militares para ser posteriormente inhumados en el Panteón de las Fuerzas Armadas del Cementerio de Colon”
Estaba Casado con una cubana de Cumanayagua, Ofelia García Brugueras (1920-1984), con la que contrajo matrimonio el 13 de abril de 1937 y tenían un hijo, llamado Antonio, como su padre.
En Cuba hay dos placas para que no se olvide la proeza del aviador asturiano, una en el aeropuerto de Camagüey y otra en Cumanayagua, la ciudad de la provincia de Cienfuegos donde el piloto residió con su esposa y que tiene además una calle a su nombre.
En la conmemoración del 75 aniversario del vuelo transatlántico, en la sede de la Federación de Asociaciones Asturianas de Cuba, había representantes diplomáticos y militares, componentes de la emigración asturiana en la isla y los dos nietos del aviador asturiano, Liliam y Lisandro Menéndez, y su bisnieto, Jesús Antonio. En Sevilla se descubrió además una placa conmemorativa y se inauguró la exposición «El aguilucho cubano», con cuadros, fotos de la época y dibujos elaborados por niños cubanos sobre el histórico vuelo.


 Descubriimiento de la placa en Tablada. Texto : "El 14 de febrero de 1936 el Tte. Antonio Menéndez Peláez aterrizó en Tablada a los mandos del "Cuatro de septiembre" después de haber realizado el Raid Camagüey-Sevilla, en respuesta al vuelo de Barberán y Collar con el Cuatro Vientos. 18 febrero 2011."

Hasta el pasado año 2011 fecha de  la celebración del 75 aniversario, en su concejo natal, permaneció prácticamente ignorado, y ello a pesar de la constancia en la reclamación de un homenaje por parte de  dos  de sus familiares: Óscar González, de Los Veneros, y Manuel Francisco Martínez, «Franco», de Cotollano,  hijo de una prima del aviador, que durante  largo tiempo lucharon para que se instalase una placa en la casa natal de Menéndez: «No me gustaría morir sin que se le rindiese un homenaje en el concejo» relataba  Franco a un periódico.

Santolaya 11 de octubre de 2011
Afortunadamente el 11 de octubre de 2011 vio cumplido su deseo. En la casa natal de Antonio Menéndez Peláez, en Santolaya se descubrió una placa conmemorativa y se le nombró Hijo Predilecto del Concejo de Soto del Barco. El acto contó con la presencia, entre otros, del alcalde de Soto, Jaime Menéndez Corrales, del presidente de la Federación Andaluza de Deportes Aéreos, Antonio García, y del historiador cubano y biógrafo del homenajeado, Carlos Concepción Puentes. También se encontraban en el mismo su sobrina Oliva Garcia, los ya mencionados, Oscar de los Veneros y Franco de Cotollano y Celestina y José Martínez García, dándose la circunstancia de que estos dos últimos habían posado junto a Menéndez, siendo unos niños, cuando este visitó su pueblo natal, en 1936,  tras la proeza realizada.


La placa dice así:
Casa Natal de Antonio Menéndez Peláez (1898-1937)
primer aviador que realizó en solitario el vuelo Camagüey-Sevilla
75 Aniversario del RAID Cuba-España 1936/2011
11 octubre 2011

Los actos de homenaje se completaron con una conferencia impartida por el historiador aeronáutico cubano D. Carlos Concepción Puentes,en la Casa Municipal de Cultura “Clarín” en Soto, titulada “El Aguilucho Cubano” y la inauguración de una exposición foto-pictórica sobre la figura del aviador.


Fuentes:
·         Conferencia “El Aguilucho Cubano” impartida por Carlos Concepción Puentes en Soto del Barco
·         Artículos de La Nueva España “El Aviador regresa a Santa Eulalia” (12-12-2011) y “El héroe sotobarquense olvidado” de Ignacio Pulido (07-04-2011)
·         Articulo del Comercio “Homenaje con Honores” de Rafa Balbuena (12-10-2011)
·         Artículo de Marcos Palicio en Aviación Civil.com
·         Artículo “No basta una placa conmemorativa” por Frank Cosme Valdés Quintana en Primaveradigital.org
·         “Personajes” Aviación Cubana (www.urrib2000.narod.ru)
·         Hemeroteca del diario ABC días 13 de febrero de 1936 y siguientes


[1] Aunque se hace mención  a esta recepción  en varios escritos,  no hemos encontrado referencia  a la misma  en la prensa de la época.